¿Qué implica la seguridad informática empresarial?

La seguridad informática empresarial se refiere a los planes y prácticas generales que se emplean para proteger a una empresa de amenazas externas. Estos malos actores pueden ser contratistas o trabajadores de la empresa, o pueden ser piratas informáticos externos. La seguridad a nivel empresarial es necesaria para todas las empresas con el fin de establecer las mejores prácticas de ciberseguridad y defensas que impidan a los hackers aprovecharse de agujeros sin descubrir y salvaguardar contra las violaciones de datos.

¿Por qué es importante la ciberseguridad empresarial?

Aunque la mayoría de las empresas son conscientes de que necesitan salvaguardar sus datos de los piratas informáticos, a menudo carecen de conocimientos sobre cómo diseñar y ejecutar correctamente las medidas de ciberseguridad. Para evitar errores en el proceso, toda la planificación, implementación, mantenimiento y actualizaciones deben asignarse a un profesional. El diseño y la implementación cualificados son esenciales para la durabilidad y adaptabilidad de la seguridad informática de la empresa.

La necesidad de seguridad informática para salvaguardar los datos crece con el tamaño de la red de una organización, ya que más cuentas de usuario, protocolos de acceso remoto y puntos de entrada aumentan la superficie de ataque de la empresa. Los atacantes pueden investigar todos los puntos de acceso, incluidos los usuarios remotos y sus derechos de red. Por este motivo, los administradores deben hacer de la seguridad de la información una prioridad absoluta en su organización.

Aunque la computación en nube ha reducido el costo de integrar tecnología de punta para las empresas, también ha complicado las medidas esenciales de ciberseguridad. Como vector de ataque adicional, los atacantes pueden centrarse ahora en el proveedor de la nube, independientemente de si se trata de una nube pública o híbrida. Los errores de configuración de la infraestructura de la nube han dado lugar a varias violaciones de datos significativas con un esfuerzo mínimo por parte de los atacantes. La superficie de ataque se amplía mucho más cuando IoT se integra con tecnologías convencionales. Se han detectado varios fallos fundamentales en la tecnología IoT que han provocado importantes filtraciones de datos.

Los atacantes externos no son la única fuente de ciberriesgos. Para las empresas, los peligros internos son una preocupación muy real. Aunque confiar en las personas es crucial, la base de las tácticas de ciberseguridad es exactamente no confiar en ellas. Problemas como usuarios cancelados con cuentas activas, accesos de alto nivel no utilizados y permisos agregados pueden dar lugar a una fuga de datos por phishing o ingeniería social. Las soluciones de seguridad de la información deben incluir tácticas para reducir los requisitos de privilegios, actualizar y rescindir los derechos cuando un empleado cambia de trabajo dentro de una empresa y desactivar las cuentas de los empleados despedidos. El uso de estas tácticas disminuye los riesgos de amenazas internas.

La protección de datos, la prevención de la pérdida de datos y la preservación de la reputación de la organización son los tres objetivos principales de una empresa segura. Dependiendo del sector en el que trabaje la empresa, el cumplimiento de la normativa también puede ser una consideración importante. Los datos financieros y sanitarios son muy valiosos para los atacantes, de ahí que las empresas deban cumplir distintos criterios de conformidad al conservar y transferir estos datos. Cualquier plan debe incorporar los requisitos de cumplimiento, ya que una protección inadecuada de los datos sensibles puede costar a una empresa millones de dólares en sanciones y dañar su marca.

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¿Qué es la gestión de riesgos para la seguridad informática de las empresas?

Las organizaciones deben disponer de directrices para la gestión de riesgos, además de procedimientos adecuados de protección de datos. Aunque ambos pertenecen a la misma categoría de servicios, la gestión de riesgos corporativos y la seguridad informática empresarial son muy diferentes. El proceso de identificar todos los recursos que pueden ser objetivo de un atacante y, a continuación, prevenir y minimizar ese peligro se conoce como gestión de riesgos empresariales.

Mientras que la gestión de riesgos pretende reducir los riesgos tecnológicos generales, la mitigación de amenazas es esencial para disminuir los peligros actuales. Aunque el cumplimiento es crucial, la mayoría de los requisitos normativos se centran en la reducción de riesgos y en las medidas de control de acceso a los datos. La gestión de riesgos proporciona estrategias para reducir las posibilidades de que un ataque tenga éxito y ayuda a las empresas a identificar la amplitud de su superficie de ataque.

Una gestión eficaz de los riesgos requiere una planificación estratégica y una ejecución exhaustivas, al igual que la seguridad de la información. Identificar los peligros es el primer paso para visualizarlos y tomar conciencia de su existencia. Para establecer la prioridad de cada región de la red con las características de mayor riesgo, se suele utilizar un mapa de calor de riesgos.

Una vez identificados los factores de riesgo, se crea un plan de acción. Este plan identifica la tecnología y las técnicas que deben utilizarse, como la instalación de un honeypot para atrapar a los piratas informáticos. Una empresa puede decidir ignorar o restar importancia a un riesgo si el gasto de mitigarlo supera el posible perjuicio financiero que puede derivarse de aprovecharse de él. La empresa puede concentrarse primero en las vulnerabilidades más caras clasificando y priorizando el riesgo.

La inteligencia artificial (IA) se incorpora con frecuencia a los sistemas modernos de gestión de riesgos. La IA mejora significativamente la capacidad de la ciberseguridad para identificar riesgos y amenazas persistentes, especialmente en el caso de sofisticados ataques patrocinados por el Estado y amenazas persistentes avanzadas. Sigue siendo necesario un analista para analizar las alteraciones y encontrar falsos positivos en la detección, incluso con sistemas de IA. La IA se ha vuelto esencial a medida que los piratas informáticos elaboran programas maliciosos más sofisticados y emplean ataques encubiertos. La IA debe ser capaz de identificar rápidamente las amenazas y neutralizarlas antes de que puedan causar una violación de datos significativa y costosa.

Proteger la seguridad de la información dentro de una organización, incluidos los datos empresariales y otros activos digitales, es el principal objetivo tanto de la gestión de riesgos como de la seguridad de la información. Es vital para la integridad y la continuidad comercial de la empresa, pero también es crucial que la lleve a cabo un profesional que sepa supervisar todo el proceso de principio a fin. Una implementación inadecuada de la seguridad informática en las empresas puede hacer que las amenazas y vulnerabilidades de ciberseguridad pasen desapercibidas, lo que podría dar lugar a graves violaciones de datos e incluso a su pérdida.